Hoy me doy permiso para triunfar
¿Cuántas veces durante el día sentimos una
pesada carga sobre los hombros? Hacemos muchas cosas, pero no estamos del todo
satisfechos o vemos aquello que tanto anhelamos muy lejos.
Desgraciadamente esto le pasa a la mayoría
de las personas. Viven vidas vacías, llenas de responsabilidades, obligaciones
y lejos de lo que realmente quisieran vivir.
Si te sientes así, te digo:
Hace mucho tiempo te diste permiso para fracasar. El fracaso no es solo
hacer algo mal, también lo es el no intentar. Te permitiste tener mucho menos
de lo que podías alcanzar… y luego lo tomaste como algo normal.
La mayoría de las personas no se percatan
de que es su propia mente la que pone los límites y que en realidad no importan mucho las condiciones
externas. Te hago una pregunta ¿Te imaginas todo lo que lograrías si tan solo
pudieras cambiar todos los pensamientos limitantes?
Yo siento esto por demás interesante. El
tener control de tu vida es maravilloso y el gran enemigo a vencer es, realmente,
uno mismo.
La buena noticia es
que todo se puede cambiar con un cambio de actitud.
Hace tiempo me di cuenta de que no estaba
haciendo todo lo que quería. Me sentía muy limitada. Veía alrededor
oportunidades pasar, a personas triunfar, y yo seguía igual. Sabía lo que tenía
que hacer pero no lo hacía. ¿Qué me pasaba entonces? Bueno, necesitaba mi
propio permiso para triunfar.
Cuando uno decide darse la oportunidad de “florecer”
llegan cosas buenas. Y no es que antes no estuvieran allí, era que simplemente
no las mirabas.
Decirte suavemente y con amor:
Me doy permiso de aprender nuevas habilidades.
Me doy permiso ser exitoso en mi negocio.
Me doy permiso de encontrar a mi pareja ideal.
Me doy permiso de tener paz y tranquilidad.
Me doy permiso de dejar atrás el pasado y los pensamientos
angustiantes.
Me doy permiso de tener una mejor figura y un cuerpo más
sano.
Me doy permiso de ser feliz.
Hará que la pesada carga se esfume.